lunes, 12 de diciembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 35




Los tres estuvieron casi toda la tarde juntos, bromeando o viendo películas. Hayley volvía a sonreír, una vez más.


- Cariño, ¿tu mamá dijo que vendría por ti? 
- No le dije que vendría, no estaba en casa - Dijo Annie.


El timbre se escucho, Michael fue a abrir, era Nicole.


- Hola - Dijo ella.
- Hola - Sonrió - Annie está aquí.
- Lo imaginé - Pausó - Vengo por ella.
- Ven conmigo, vamos a buscarla.


Michael y Nicole fueron hasta la sala, donde estaba Hayley y Annie jugando.


- Disculpa Hayley - Dijo Michael - Vienen por Annie.

Ella sonrío.


Luego de que Nicole se marchase junto a su hija, Hayley cayó desmayada en los brazos de Michael. Él un tanto asustado, la tomo en brazos y la llevo hasta la habitación, la dejo cubierta por las sábanas, permaneció unos cuantos minutos a su lado, observándola, esta vez besó la frente de la chica. Ella despertó asustada, bruscamente alejo a Michael de ella.


- ¡ Aléjate! ¡No me toques! 
- ¿Que pasa? - Preguntó Michael, quién no entendía.
- ¡No me toques! ¡ Déjame en paz! - Dijo encerrándose en el baño.
- Hayley sal de ahí, por favor.
- ¡Déjame! Necesito paz, necesito liberarme, necesito... 
- ¡Hayley!


Pero no se escuchaba la voz de ella al otro lado, solo ruidos.
Michael buscó de una forma desesperada, la llave que pudiera abrir la puerta, tras muchos intentos la encontró. Tenía miedo por lo que podía ver tras esa puerta.
Cuando logró abrirla, el baño estaba completamente desordenado, en la pared estaba escrito ''Te amo, lo siento'', junto con algunos golpes de puño o algo por el estilo. Hayley se encontraba frente al espejo, en ropa interior, su maquillaje corrido a causa de las lágrimas, su cabello desordenado, su cuerpo con unos cuantos moretones y en su mano una navaja muy cerca de su muñeca. Michael al verla en aquellas condiciones, las lágrimas volvieron a su rostro, dejando caer la llave al suelo. Hayley se percato de su presencia, lo observó atónita, aun con la navaja en sus manos. 


- Hayley no lo hagas - Balbuceó - Por favor, por lo que más quieras.
- Tú eres lo que más amo.
- Entonces... hazlo por mí.


Ella solo cerro los ojos, él camino hasta ella, lentamente para luego abrazarla, Hayley tiraba de la camisa de Michael mientras ambos lloraban.




- Nunca podría hacerte daño - Susurró él.
- Lo sé y lo siento - Murmuró - Sólo que a veces no puedo controlarme.
- Debes darte un baño ¿si? - Pausó, quitando las lagrimas del rostro de ella - Limpiarte ese maquillaje de la cara y ve descansar.

Ambos sonrieron. 


- Te amo.
- Te amo también.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Capítulo 34.



- Vengo por mi papi - Dijo la pequeña.
- ¿Por tu papi? Estás segura que vive aquí - Sonrió.
- Si - Contestó tiernamente - Estuviste llorando, papi dice que cuando alguien llora, hay que abrazarlos, ¿puedo abrazarte?
- Claro - Contestó Hayley.


Luego se escucharon los pasos de Michael, bajando la escalera. Los ojos de la pequeña tomaron un brillo especial.


- Ahí viene mi papi - Dijo.


Hayley volteo y vio a Michael a unos pasos de ella, con una gran sonrisa. La pequeña corrió a los brazos de él, Hayley solo los observaba apoyada en la puerta. Ellos se veían felices.
Michael estaba de rodillas en el suelo junto a la pequeña, observando a Hayley.


- Hayley, ella es Annie - Sonrió - Annie, ella es Hayley.


Ambas sonrieron al mismo tiempo.


- Ella es mi hija - Dijo mientras tenía a la pequeña tomada de la mano.
- Hola de nuevo Annie - Dijo Hayley, la pequeña sonrió respondiendo con un ''Hola Hayley''.


Los tres estuvieron casi toda la tarde juntos, bromeando o viendo películas. Hayley volvía a sonreí, una vez más.


- Cariño, ¿tu mamá dijo que vendría por ti? 
- No le dije que vendría, no estaba en casa - Dijo Annie.


El timbre se escucho, Michael fue a abrir.

martes, 6 de diciembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 33




Como pudo trato de desatar la soga que lo unía a la silla y al lograrlo, se acercó a Hayley, lentamente, se arrodilló en el suelo y la observó, quitó las lágrimas que humedecían el rostro de ella y en un pequeño susurro dijo ''Perdón". Ella quito su vista del suelo, la movió hasta los ojos de él, sin pronunciar palabra alguna. Aún envuelta en la sabana, lo abrazó fuertemente y balbuceo con pocas fuerzas "Sácame de aquí", a lo que Michael le respondió asintiendo con la cabeza.

Tan rápido como pudieron, salieron juntos de ahí, hasta casa de Hayley. No sabían porque cada vez eran golpeados con cosas peores, lo que era aún más peor, no sabían si podrían seguir adelante.


Al llegar a la casa, Michael llevó a Hayley hasta su habitación, la dejó sentada sobre la cama, ambos permanecían en silencio, él se arrodillo en el suelo y la observó, de sus labios desprendió un pequeño "Perdón", ella lo miró y por unos 3 segundos su cara mostró una leve y débil sonrisa. Se abrazaron, ella contesto "No es tu culpa, no te preocupes."


- Hayley - Dijo tomando las manos de ella con las suyas - En serio, lo siento.
- Michael, no te preocupes - Repitió - Olvidemos eso, sino dolerá aún más. 


Se abrazaron.


- Quiero darme un baño - Dijo ella.
- Esta bien.


Ella lo observó y vio el corte que tenía en el rostro.


- Michael, tu... tu rostro.
- Lo sé - Dijo tocándose.
- Iré por el botiquín - Dijo levantándose de la cama.
- No, no es necesario - Dijo yendo tras ella.
- No importa - Dijo con el botiquín en su mano - Ven, déjame curarte - Dijo tomando de la mano a Michael y llevándolo de vuelta a la cama.
- Esta bien - Sonrió.
- Siéntate.


Él solo asintió con su cabeza y siguió las ordenes de ella. Hayley, con un algodón, comenzó a curar la herida de Michael. Él solo sonreía y la observaba, amaba hacerlo. La abrazó y besó su mejilla, luego le susurró un ''Te amo'' al oído, mientras ella se cobijaba en los brazos de él.


Luego de que Hayley se diera un baño y se cambiara de ropa, se reunió con Michael, quien cepillo el cabello de ella, mientras hablaban.


- ¿Cómo estás? 
- Bien, ¿por qué la pregunta Michael?
- Sólo preguntaba.
- Michael - Pausó - No quiero dejar que esto me hunda, aunque me duele mucho, pero... quiero ser feliz y lo voy a ser, esto no me detendrá, te tengo a ti y se que podré.


Él la abrazó.


- Te ayudaré en lo que necesites, siempre estaré contigo, no importa que suceda, aunque tu no me quieras contigo, seguiré ahí. 
- Gracias - Sonrió - Dicen que cuando deseas algo de corazón se cumple.


Tal vez esto era el término de una etapa y el comienzo de otra.






Luego de un rato de hablar, se escucho el timbre. Hayley bajó a abrir la puerta, al abrirla vio a una pequeña niña.


- Vengo por mi papi - Dijo la pequeña.
- ¿Por tu papi? Estás segura que vive aquí - Sonrió.
- Si - Contestó tiernamente - Estuviste llorando, papi dice que cuando alguien llora, hay que abrazarlos, ¿puedo abrazarte?
- Claro - Contestó Hayley.


Luego se escucharon los pasos de Michael, bajando la escalera. Los ojos de la pequeña tomaron un brillo especial.


- Ahí viene mi papi - Dijo.


Hayley volteo y vio a Michael a unos pasos de ella, con una gran sonrisa.

martes, 22 de noviembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 32 - Segunda Parte.




Entro rápidamente y obedeciendo a sus impulsos, golpeó a James, haciéndolo caer al suelo, parecía desmayado, por lo que Michael no le presto mayor atención. 
Abrazó a Hayley, la observó y le preguntó como estaba, al parecer estaba bien, pero... todo lo que logró oír después, fue algo rompiéndose en su cabeza. Sintió como lo arrastraban hasta una silla y era atado a ella. Todo lo que pudo oír fue la voz de James diciéndole ''No creas que por hacerte el valiente, no voy a hacer lo que pensaba, nadie me vence Jackson.''
Ahí estaba él, frente a una de las peores escenas que podría haber visto, se sentía con sueño, todo parecía muy irreal, mientras trataba de recuperar el conocimiento y ayudar a Hayley, sus ojos se empaparon de pequeñas gotas. A la distancia oía los gritos de auxilio de Hayley, que lentamente iban apagándose con el paso de los minutos y con ellos, su alma parecía irse.


Al cabo de un rato, solo se oían los pasos de James, Michael los oía ir cerca de él. 
James, con un pequeño cuchillo tocó la mejilla de Michael, haciendo un corte para luego botar el objeto al suelo y susurrarle a Michael: "Si quieres salir de aquí, alcanza el cuchillo para cortar la soga. Espero que te agrade el regalo, adiós", para luego alejarse y cerrar la puerta tras él. 
Michael levantó su mirada del suelo, con miedo. Ella estaba sobre la cama, casi completamente cubierta por las sábanas, su mirada perdida en algún lugar, su rostro aún más pálido que de costumbre y humedecido tal vez por algunas lágrimas. Por momentos cerraba sus ojos y lanzaba un pequeño suspiro.


Como pudo trato de desatar la soga que lo unía a la silla y al lograrlo, se acercó a Hayley, lentamente, se arrodilló en el suelo y la observó, quitó las lágrimas que humedecían el rostro de ella y en un pequeño susurro dijo ''Perdón". Ella quito su vista del suelo, la movió hasta los ojos de él, sin pronunciar palabra alguna. Aún envuelta en la sabana, lo abrazó fuertemente y balbuceo con pocas fuerzas "Sácame de aquí", a lo que Michael le respondió asintiendo con la cabeza.

Tan rápido como pudieron, salieron juntos de ahí, hasta casa de Hayley. No sabían porque cada vez eran golpeados con cosas peores, lo que era aún más peor, no sabían si podrían seguir adelante.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 32.


Michael y Nicole estaban en un parque, sentados bajo un árbol.


- Michael - Murmuró Nicole, observando el suelo.
- ¿Si? - Dijo observándola.
- Debo...Debo decirte algo.
- Dime.
- Debes...Debes alejar a Hayley de James, debes irte con ella a un lugar que el no sepa.
- ¿Lo conoces? ¿Por qué dices eso? No entiendo.
- Lo conozco muy bien, sé sus intenciones, sé que quiere hacerle daño a Hayley.
- ¿Daño? ¿Cómo lo conoces?
- Él... Solo has lo que te pido.




Michael con una gran duda en su cabeza, hizo caso a Nicole, quien le dio un papel, con una dirección escrita en el, junto con una llave. 
Buscó y luego de un rato, logro dar con la dirección, era una casa situada no muy lejos de la de Hayley. Introdujo la llave en la puerta, calzaba perfectamente.
Al entrar, la casa se veía sola, pero se oían murmullos en el segundo piso, subió las escaleras lentamente, para que no se notase su presencia. Al llegar arriba, trataba de captar de donde provenían los murmullos, se detuvo en una puerta y con su mano en el picaporte, la empujo lentamente. Lo que sus ojos pudieron observar, fue a James y Hayley, el quería hacerle daño. 


Entro rápidamente y obedeciendo a sus impulsos, golpeó a James, haciéndolo caer al suelo, parecía desmayado, por lo que Michael no le presto mayor atención. 
Abrazó a Hayley, la observó y le preguntó como estaba, al parecer estaba bien, pero... todo lo que logró oír después, fue algo rompiéndose en su cabeza. Sintió como lo arrastraban hasta una silla y era atado a ella. Todo lo que pudo oír fue la voz de James diciéndole ''No creas que por hacerte el valiente, no voy a hacer lo que pensaba, nadie me vence Jackson.''




~Continuara.

martes, 25 de octubre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 31 - Segunda Parte.







- Olvídalo, era la pesadilla - Suspiro - Aún hay cosas que no sé si son parte de la pesadilla o realmente sucedieron.
- Creo que... contarte lo que me sucedió cuando me secuestraron, influyo mucho. Lo siento - Dijo abrazándolo.
- Creo que ahora sé que fue pesadilla y que fue realidad. No sé si eso haya influido, pero no fue tu culpa, son los malditos miedos que a veces me hacen pensar lo peor - Pausó - Te amo.
- Te amo más, Michael - Sonrió.






2 Meses después...


Michael y Hayley estaban viviendo muy bien hasta ahora, habían recuperado su relación, aunque a Michael no le dejaba de inquietar el sueño que había tenido. Últimamente, había vuelto a mantener contacto con Nicole, y Hayley constantemente veía a un tipo que a él no le agradaba. De a poco iban distanciándose.


- Hayley ¿donde vas? - Pregunto Michael desde la ventana.
- A casa de James, ¿te molesta? - Sonrió.
- No - Dijo dudando - Supongo que no. Tengo que salir.


Iban alejándose poco a poco, Michael iba acercándose más a Nicole y eso parecía tomar otro rumbo, al igual que Hayley con James. 


- James - Sonrió - Te extrañé.
- Y yo a ti - Dijo abrazándola.


James la dejo por un momento, y Hayley observaba por la ventana, sintió que cubrieron sus ojos y ataban sus manos, para luego tomarla en brazos y llevarla a otro lugar. 


- ¡James! ¿Donde estás? - Gritaba un poco asustada.
- Mantente en silencio, sino quieres que te cubra también la boca.
- James, ¿que haces? 
- Ya verás Hayley - Murmuro dejándola sobre una cama y quitándole la venda que cubría sus ojos.


Comenzó a besarla, Hayley no entendía.














Michael y Nicole estaban en un parque, sentados bajo un árbol.


- Michael - Murmuró Nicole, observando el suelo.
- ¿Si? - Dijo observándola.
- Debo...Debo decirte algo.
- Dime.
- Debes...Debes alejar a Hayley de James, debes irte con ella a un lugar que el no sepa.
- ¿Lo conoces? ¿Por qué dices eso? No entiendo.
- Lo conozco muy bien, sé sus intenciones, sé que quiere hacerle daño a Hayley.
- ¿Daño? ¿Cómo lo conoces?
- Él... Solo has lo que te pido.

martes, 18 de octubre de 2011

Capítulo 31.




Despertó sobresaltado, su respiración era agitada, estaba sudando, tenia miedo. Observó y a su lado no estaba Hayley, observó la habitación apenas iluminada con la luz de la calle y observó la silueta de ella, junto a la ventana. Ella lo observaba.


- ¿Qué sucede Michael? - Sonrió - Tranquilo, todo va a pasar - Dijo acercándose a él.
- Hayley...
- Tranquilo Michael - Susurró acariciando el cabello de él.


No sabía que era real, y que no era.


- Hayley...el bebé - Decía entre lágrimas - Yo lo siento mucho, de verdad, no quise dejarte sola, yo...
- Michael, por favor tranquilízate - Susurraba quitando las lágrimas del rostro de él - ¿De que hablas? No entiendo.
- Yo te deje sola y... sucedió eso por mi culpa.
- Michael, tenías una pesadilla, tranquilízate ¿si? - Murmuró besando la frente de él - ¿De que bebé hablas? 








Había vivido prácticamente toda una vida, en una pesadilla. Aún estaba confundido, no sabía que era real y que formaba parte de su pesadilla.


- Olvídalo, era la pesadilla - Suspiro - Aún hay cosas que no sé si son parte de la pesadilla o realmente sucedieron.
- Creo que... contarte lo que me sucedió cuando me secuestraron, influyo mucho. Lo siento - Dijo abrazándolo.
- Creo que ahora sé que fue pesadilla y que fue realidad. No sé si eso haya influido, pero no fue tu culpa, son los malditos miedos que a veces me hacen pensar lo peor - Pausó - Te amo.
- Te amo más, Michael - Sonrió.


~ Capítulo 31...Continuara.~

Jar of Hearts


Capítulo 30.


La contemplo, aún en shock por la escena, cayó al suelo de rodillas y cerró sus ojos fuertemente, dejando escapar más de una lágrima, tiro de su ropa de una forma desesperada, cuestionandole al mundo lo que estaba ocurriendo. Avanzó hasta donde estaba ella, tocaba su rostro y le hablaba, le pedía que volviera, pero parecía no dar resultados.


¿Qué iba a hacer ahora sin Hayley? Había prometido cuidarla, pero no había cumplido, no había estado ahí para protegerla.






Pronto la policía había llegado a casa de Hayley y Michael. Él observaba desde una de las ventanas como se llevaban el cuerpo de ella. 


En los días posteriores, Michael se había encargado de los tramites del cementerio y la ceremonia fúnebre, que fue realizada dos días después. Se quedo al pie de donde descansaba Hayley y el bebé, sentado en el césped, con su mirada perdida, por ratos permanecía con los ojos cerrados por largos minutos, mientras las lágrimas caían una a una, sus ojos tomaban un color rojo, y se notaban hinchados.


Al volver a casa, lo unico que hizo fue ir a dormir, aunque era lo que menos podía hacer, desde aquel día, casi no podía hacerlo. Al recostarse sobre la cama, cerró sus ojos, pasaron los minutos y escucho un fuerte ruido, se sentó en la cama y todo lo que vio, fue una persona vestida de negro, apuntándole con un arma, lo último que pudo escuchar, fue el sonido de la bala salir del arma hacia él.


















Despertó sobresaltado, su respiración era agitada, estaba sudando, tenia miedo. Observó y a su lado no estaba Hayley, observó la habitación apenas iluminada con la luz de la calle y observó la silueta de ella, junto a la ventana. Ella lo observaba.


- ¿Qué sucede Michael? - Sonrió - Tranquilo, todo va a pasar - Dijo acercándose a él.
- Hayley...
- Tranquilo Michael - Susurró acariciando el cabello de él.


No sabía que era real, y que no era.

Jar of Hearts

Capítulo 29.




La mañana transcurrió de una forma normal, luego de almorzar Michael salió, sin avisar. Hayley corrió al baño, al salir de ahí, se recostó en la cama, mantenía su mano izquierda sobre su vientre, y la derecha sobre su cabeza, con los ojos cerrados, transcurrieron alrededor de quince minutos en esa postura, para luego levantarse de la cama y asomarse al balcón, su cabello se movía lentamente con el viento.
Sintió que una mano se posaba en su cintura y otra en su hombro descubierto por la polera, cerró sus ojos, era Michael. Ella suspiró, con sus ojos cerrados.

- Hayley, pase lo que pase, por favor nunca me ocultes nada, sea lo que sea, no voy a juzgarte -   Susurro en el oído de ella.

Ella rompió en llanto y lo abrazó. Necesitaba un abrazo, no podía más. Sentía una presión muy grande, hasta que se desmayó en los brazos de Michael.








El tiempo transcurría y cada vez se veía más cerca la llegada del bebé.












Al llegar a casa, todo estaba desordenado, la puerta abierta, muchas cosas en el suelo. Él iba entrando en la habitación, lo único que podía ver, eran rastros de sangre por la alfombra, las sábanas rasgadas, los vidrios de la ventana rotos, las paredes rayadas y ella... bajo la ventana, mientras las cortinas se movían con el viento. Tenía sus ojos cerrados, su ropa tenía manchas de sangre, a pasos de ella había un arma.


La contemplo, aún en shock por la escena, cayó al suelo de rodillas y cerró sus ojos fuertemente, dejando escapar más de una lágrima, tiro de su ropa de una forma desesperada, cuestionandole al mundo lo que estaba ocurriendo. Avanzó hasta donde estaba ella, tocaba su rostro y le hablaba, le pedía que volviera, pero parecía no dar resultados.


¿Qué iba a hacer ahora sin Hayley? Había prometido cuidarla, pero no había cumplido, no había estado ahí para protegerla.

martes, 4 de octubre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 28




- ¿Qué ocurre Hayley? El doctor acaba de decirme '¡Felicidades!' ¿Esta todo bien?
- Todo bien, me dijo que debo alimentarme bien y dejo esos medicamentos - Sonrió.
- Te dije que era bueno que te vea un doctor, no sé que te dijo pero tienes una sonrisa - Rió - Aún no entiendo lo que me dijo el doctor.
- Estarás así en un momento Michael.
- ¿Por qué? Necesito que alguien me explique.
- Ven aquí, sientate que no quiero que caigas al suelo de la impresión - Rió - Preparate Michael, porque... en un tiempo más serás padre - Sonrió.
- ¿Estás embarazada? - Dijo con una enorme sonrisa y un brillo especial en los ojos.
- Si Michael, serás padre, tendremos un pedacito de ambos.


Ambos se abrazaron, era ese 'algo' que su vida anciaba hace mucho, era ese brillo que borraba todo lo malo. 














Los días comenzaban a avanzar, pronto un par de meses habían quedado atrás, el vientre de Hayley comenzaba a notarse, todo se veía bien.
Michael había retomado su trabajo y Hayley se quedaba en casa. Durante el día caminaba a la playa, y en un lugar bastante apartado se sentaba a observar el cielo, y el continuo ir y venir de las olas.














Hayley ya tenía 4 meses de embarazo, había dejado de ir a la playa, se quedaba en casa. 
Para Michael algo no iba bien, a veces la notaba rara, sentía que algo le ocultaba, pero por más que trataba de conseguir una explicación por parte de Hayley, ella se encerraba en una burbuja, y no lo dejaba entrar.



Era una de las primeras mañanas del otoño, cuando Michael desperto Hayley no estaba a su lado, se levanto de la cama y al caminar frente al baño algo llamo su atención. Se apoyo contra la pared, al lado de la puerta del baño. Hayley al salir de allí, balbuceo unas palabras, que Michael logro escuchar.


- ¡Me siento gorda! ¡Maldita sea! - Dijo observándo el techo de la habitación.


Hayley volteo y al ver a Michael, solo se quedo ahí como si estuviese petrificada.


- Michael, pensé que ya habías salido al trabajo - Dijo con su rostro pálido.
- Hoy no voy a trabajar por la mañana - Dijo serio - ¿Sucede algo? Estas muy pálida.
- Síntomas del embarazo, solo eso - Dijo buscando su ropa en el closet - Voy a cambiarme de ropa.





La mañana transcurrió de una forma normal, luego de almorzar Michael salió, sin avisar. Hayley corrió al baño, al salir de ahí, se recostó en la cama, mantenía su mano izquierda sobre su vientre, y la derecha sobre su cabeza, con los ojos cerrados, transcurrieron alrededor de quince minutos en esa postura, para luego levantarse de la cama y asomarse al balcón, su cabello se movía lentamente con el viento.
Sintió que una mano se posaba en su cintura y otra en su hombro descubierto por la polera, cerró sus ojos, era Michael. Ella suspiró, con sus ojos cerrados.


- Hayley, pase lo que pase, por favor nunca me ocultes nada, sea lo que sea, no voy a juzgarte -   Susurro en el oído de ella.



Ella rompió en llanto y lo abrazó. Necesitaba un abrazo, no podía más.

domingo, 2 de octubre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 27


Un pequeño brillo iluminó la mirada de Michael.

- ¿De verdad quieres eso?
- Algún día puede ser, solo espero sobrevivir para eso.
- Será un pedacito tuyo.
- Un pedacito de los dos - Dijo jugando con los rizos del cabello de Michael.
- Tu tendrás que desenredar mi cabello después Hayley - Dijo riendo.
- No te preocupes, puedo hacerlo - Dijo besando la mejilla de él.


Al parecer un pequeño destello de luz comenzaba a nacer desde hoy, en la relación de Hayley y Michael, parecían venir tiempos mejores, parecía que la vida al fin les sonreía.

Los días avanzaban y Hayley había contraido una gripe, que la mantenía en reposo absoluto, acompañado de mareos y nauseas. 

- ¡Hayley! Por favor, debe verte un doctor, esa gripe ha sido muy larga y me preocupa tu estado de salud.
- Michael entiende, odio los hospitales, odio los doctores, además si me ve los brazos así, va a querer enviarme al manicomio.
- Nadie te enviará a un manicomio, quiero saber que estes bien, solo eso.
- Simplemente has lo que quieras Michael.
- ¿Eso es un si? - Sonrió.
- No, es un no - Dijo cruzándose de brazos.
- Aunque no quieras lo haré - Dijo tomándo un telefono.
- Michael, no lo hagas - Dijo levantándose de la cama.

Sus piernas estaban débiles, llevaba casi un mes en cama y un mareo casi hizo que ella cayera al suelo, pero logro apoyarse en la cama. Michael rápidamente se acercó a ayudarla.

- Es un hecho Hayley, llamaré al doctor - Dijo firme, mientras la ayudaba a volver a la cama.
- ¡Es un hecho Michael! No dejaré entrar al doctor a la habitación.


Michael sin ya escuchar a Hayley, simplemente llamó a un doctor, para que vea su estado de salud. Al llegar, tuvo problemas ya que Hayley se rehusaba a que la viera, pero terminó accediendo, Michael tuvo que esperar afuera.

- Dime que tienes jovencita.
- Mareos, nauseas, cuando me levanto de la cama me caigo, he tenido fiebre muy alta, a veces frío a veces calor, es algo muy contradictorio.
- Entiendo, ¿algo más?
- Creo que solo eso.
- Lo de tus brazos, tiene algo que ver con la gripe - Dijo observándo los brazos de Hayley.
- No.
- Esta bien.

Luego de que fue revisada por el doctor, este último la observó por un momento.

- Debes cuidarte mucho jovencita, te recetare unos medicamentos, debes comer bien, alimentarte de forma sana.
- ¿Las nauceas son debido a que?

El doctor la observó.

- Pensé que sabias jovencita.
- ¿Saber que? 
- Estas embarazada de casi un mes, felicidades - Dijo con una leve sonrisa - Por eso debes alimentarte de forma sana.
- ¿Embarazada? - Murmuró.
- Así es - Dijo acariciando el rostro de ella - Bien aqui están los medicamentos, no son muchos, estan anotadas las indicaciones en esta hoja y nuevamente felicidades, cuando volvamos a vernos, me cuentas como reaccionó el padre - Sonrió.
- Gracias, hasta pronto doctor - Sonrió.
- Hasta pronto jovencita - Dijo saliendo de la habitación.


Michael al entrar, su cara demostraba confusión, al observar a Hayley la vió sonriendo, la confusión era aún mayor.


- ¿Qué ocurre Hayley? El doctor acaba de decirme '¡Felicidades!' ¿Esta todo bien?
- Todo bien, me dijo que debo alimentarme bien y dejo esos medicamentos - Sonrió.
- Te dije que era bueno que te vea un doctor, no sé que te dijo pero tienes una sonrisa - Rió - Aún no entiendo lo que me dijo el doctor.
- Estarás así en un momento Michael.
- ¿Por qué? Necesito que alguien me explique.
- Ven aquí, sientate que no quiero que caigas al suelo de la impresión - Rió - Preparate Michael, porque... en un tiempo más serás padre - Sonrió.
- ¿Estás embarazada? - Dijo con una enorme sonrisa y un brillo especial en los ojos.
- Si Michael, serás padre, tendremos un pedacito de ambos.

Ambos se abrazaron, era ese 'algo' que su vida anciaba hace mucho, era ese brillo que borraba todo lo malo.

sábado, 1 de octubre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 26




En un intento desesperado recorrió la habitación y su mirada choco contra la puerta del baño, se acerco con lentitud y entro en él, le llamo la atención que la bañera este con el agua hasta arriba, se acercó de tal manera que parecía una escena en cámara lenta y bajo toda esa agua estaba Hayley, con sus ojos cerrados.
La respiración de Michael comenzó a agitarse, comenzó a sentir un nudo en su garganta, sus ojos desprendían pequeñas gotas. Su cuerpo reaccionaba de manera independiente a su cabeza, no de forma conjunta, no como uno solo. 
Saco a Hayley de aquel lugar y la dejo en el suelo, parecía no tener pulso, su rostro era aún más blanco de lo que era normalmente, estaba realmente helada, sus ojos se mantenían cerrados y su respiración solo se podía apreciar, viéndola detenidamente. El masaje cardíaco parecía no tener los resultados esperados, su vida parecía irse de este lugar, parecía desprenderse de su cuerpo. 

- Hayley, por favor no me dejes, te juro que si tu te vas me voy contigo - Balbuceo mientras besaba la frente de ella - Perdoname.


Las manos de Michael temblaban mientras trataban de que Hayley vuelva, luego de unos par de minutos, ella reaccionó, debilmente abrió sus ojos, su respiración continuaba siendo debil, temblaba de frío y lentamente se sento en el suelo, sus fuerzas parecían consumirse cada segundo e irse con el agua que resbalaba de su cuerpo. Él la abrazo fuertemente, como si el aire que respiraba dependiese de ello, lloraba como nunca antes, sentía que en cualquier momento la vida de Hayley podría escurrirse entre sus dedos, ella parecía estar congelada en un lugar muy lejano, su cuerpo estaba con Michael pero su mente no.

Él busco una bata y una toalla, envolvió el cuerpo de ella en la bata y la tomo en brazos, hasta la habitación, la dejo sentada sobre la cama y se arrodillo frente a ella, en el suelo, para secar el cabello de la chica, ella sonreía, poco a poco el color volvía a su cuerpo, una vez que la ropa mojada que traía fue reemplazada por ropa seca, abandonaron la habitación, para ir a la de Hayley, la llevo nuevamente en sus brazos y la dejo en la cama, cubriendola con las sábanas casi por completo.

- Michael - Dijo ella en un debil susurro, casi imperceptible.

Él solo volteo.

- ¿Puedes quedarte conmigo? No quiero sentirme sola.
- Claro - Sonrió.

Se sentó al lado de ella y la miro a los ojos.

- Casi te pierdo - Murmuró mirando el suelo - ¿O te había perdido mucho antes?
- No me has perdido, no aún Michael, tal vez físicamente podría haber sido, pero lo físico no es todo, mi corazón siempre estará contigo, aunque no me puedas ver.
- Lo sé, pero... ¿A quién le dire un 'te amo'? ¿A quién abrazaré? - Dijo dando un pequeño beso en la frente de ella.
- Mientras estaba bajo el agua, aún estaba consiente, cuando me sacaste de ahí, podía escucharte Michael. Si llegara a morirme no debes pensar que tu también debes hacerlo, simplemente sigue adelante, prometemelo - Sonrió.
- No puedo Hayley.
- Hazlo por mi.

Dudo por un pequeño instante.

- ¿Y si no puedo cumplir con eso?
- Si quieres tener hijos, debes hacerlo por ellos.


Un pequeño brillo iluminó la mirada de Michael.

- ¿De verdad quieres eso?
- Algún día puede ser, solo espero sobrevivir para eso.
- Será un pedacito tuyo.
- Un pedacito de los dos - Dijo jugando con los rizos del cabello de Michael.
- Tu tendrás que desenredar mi cabello después Hayley - Dijo riendo.
- No te preocupes, puedo hacerlo - Dijo besando la mejilla de él.


Al parecer un pequeño destello de luz comenzaba a nacer desde hoy, en la relación de Hayley y Michael, parecían venir tiempos mejores, parecía que la vida al fin les sonreía.

Jar of Hearts

Capítulo 25.







Ella cerró los ojos, tratando de controlarse, pero simplemente no pudo y dio una bofetada a Michael.


- Querías sinceridad - Dijo con una de sus manos en su mejilla.
- Quería sinceridad, no descaro Michael - Dijo arrojándole en su cara la camisa que anteriormente traía puesta para después tomar su polera y salir de la habitación.






Al cerrar la puerta luego de salir de la habitación, Hayley se sentó junto a ella y rompió nuevamente en llanto, se levantó y busco por las habitaciones alguna botella de alcohol y un cuchillo, entro a la primera habitación que se le puso en frente y comenzo a beber y beber, quitó las vendas de sus brazos, quería hacerse daño de nuevo.
No sabía porque le afectaba tanto, sin embargo, lo único que queria ahora era que su corazón dejara de latir, lo había deseado antes tantas veces, pero ahora realmente lo deseaba. Se ahogaba en su propio llanto, en su dolor y con el alcohol que tomaba.




Michael había entendido que había herido mucho a Hayley. Sentía que era lo peor, debía apoyar a Hayley y ayudarla a salir adelante, pero estaba haciendo todo lo contrario. La buscó con desesperación, hasta dar con una habitación con la puerta cerrada con llave, tenía miedo.




- Hayley, se que fui un estupido, el peor de todos por decirte eso, por favor abreme la puerta - Dijo tratando de no llorar.
- ¡Vete Michael! No te abriré ni ahora ni nunca, primero muero.
- No digas eso por favor, abreme.
- ¡Vete! ¡No quiero verte, no quiero oirte, no quiero que sientas lástima por mi, no quiero que intentes salvarme de algo que ya no puedes, no quiero que intentes ayudarme porque no puedes, porque no puedo ayudarme ni yo misma! ¡No puedes rescartarme, no pondrás nunca, porque no quiero y no puedo dejarte que lo hagas!




Los minutos avanzaban, transformándose en horas y Michael parecía darse por vencido, sus voces ya no se escuchaban.
Él se encontraba sentado en el suelo, su espalda apoyada en la puerta y sus ojos cerrados, sumido en un profundo pero a la vez leve sueño. Algo perturbo su sueño, apoyo su oido en la puerta, todo estaba tranquilo, ningún ruido se podía escuchar, eso no era buena señal.
Busco alguna llave que tal vez pueda abrir esa puerta que lo separaba de Hayley, encontrando solo tres, una de ellas debía y tenía que abrir esa puerta, intento con las dos pimeras, pero no pudo, pensó que tal vez la tercera podría servirle de algo, pero tampoco, por lo que tuvo que tumbar la puerta.
Su mirada se topo con una botella rota, los pedazos esparcidos por todos lados, manchas de sangre en la alfombra, sábanas por todos lados, marcas en la pared, pero Hayley no estaba ahí. En un intento desesperado recorrió la habitación y su mirada choco contra la puerta del baño, se acerco con lentitud y entro en él, le llamo la atención que la bañera este con el agua hasta arriba, se acercó de tan manera que parecía una escena en cámara lenta y bajo toda esa agua estaba Hayley, con sus ojos cerrados.
La respiración de Michael comenzó a agitarse, comenzó a sentir un nudo en su garganta, sus ojos desprendian pequeñas gotas. Su cuerpo reaccionaba de manera independiente a su cabeza, no de forma conjunta, no como uno solo. 
Saco a Hayley de aquel lugar y la dejo en el suelo, parecía no tener pulso, su rostro era aún más blanco de lo que era normalmente, estaba realmente helada, sus ojos se mantenían cerrados y su respiración solo se podía apreciar, viéndola detenidamente. El masaje cardíaco parecía no tener los resultados esperados, su vida parecía irse de este lugar, parecía desprenderse de su cuerpo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 24.



Ambos se abrazaron.




- Tengo miedo de revivir eso Michael, no quiero revivir eso, no quiero que una pequeña vida tenga que pagar por mis errores, porque no tiene la culpa, no quiero tener otro hijo, porque no merece que yo sea su madre - Dijo tocando su vientre.
- Nadie te hará daño, no más - La observó - Hayley, tu serías la mejor de las madres, estoy seguro.








Luego de que ambos se calmaran y las lágrimas los abandonen por al menos un rato, Michael recostó su cabeza en las piernas de Hayley.



- Quisiera que esto fuese eterno, pero sé que terminará pronto y como siempre no muy bien - Dijo ella acariciando el rizado y oscuro cabello de él.
- No quiero que estés así, quiero que sonrías - Balbuceo mientras daba pequeños besos al vientre de Hayley, quién aún tenía la camisa de él, puesta.
- ¡Michael! No hagas eso, estoy horrible, no quiero que me veas así - Dijo abotonando la camisa que llevaba puesta.
- No lo eres - Sonrió - Eres perfecta a tu manera, eres perfecta para mí, así tal cuál. Además, ahí creceran mis hijos - Dijo con un pequeño brillo en sus ojos - Pero solo cuando sientas que es el momento.


Ella sonrió.


- Eres la única mujer que le podrían quedar bien mis enormes camisas.
- ¿Y por qué no vas a ponerle tus camisas a Lisa o a otra? - Dijo desabotonando la camisa - De seguro a ellas se les ve mejor ¿no crees?

- ¿Qué? ¿Por qué dices eso?
- Pensaste que yo nunca lo iba a saber - Dijo mostrándole un anillo - Es tu anillo, eres casado Michael y nunca me lo dijiste.
- No pensé que sea necesario, estaba en trámites de divorcio.
- Si tenías una pisca de confianza, podrías habermelo dicho, no me iba a enojar.
- Hayley, estoy divorciado de ella desde hace un tiempo.
- Ahora me dirás que no tuviste algo con Nicole ¡Vamos mienteme!
- ¡Si! Tuve algo con ella ¿Contenta? ¿O quieres que te cuente detalles de lo que paso entre nosotros, de si hicimos o no el amor o de como lo hicimos?




Los ojos de Hayley se llenaron de lágrimas.




- ¿Hace cuanto? - Dijo seria.
- Hace no mucho, tal vez un año.




Ella cerró los ojos, tratando de controlarse, pero simplemente no pudo y dio una bofetada a Michael.


- Querías sinceridad - Dijo con una de sus manos en su mejilla.
- Quería sinceridad, no descaro Michael - Dijo arrojándole en su cara la camisa que anteriormente traía puesta para después tomar su polera y salir de la habitación.



Al cerrar la puerta luego de salir de la habitación, Hayley se sentó junto a ella y rompió nuevamente en llanto, se levantó y busco por las habitaciones alguna botella de alcohol y un cuchillo, entro a la primera habitación que se le puso en frente y comenzo a beber y beber, quitó las vendas de sus brazos, quería hacerse daño de nuevo.