domingo, 25 de septiembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 24.



Ambos se abrazaron.




- Tengo miedo de revivir eso Michael, no quiero revivir eso, no quiero que una pequeña vida tenga que pagar por mis errores, porque no tiene la culpa, no quiero tener otro hijo, porque no merece que yo sea su madre - Dijo tocando su vientre.
- Nadie te hará daño, no más - La observó - Hayley, tu serías la mejor de las madres, estoy seguro.








Luego de que ambos se calmaran y las lágrimas los abandonen por al menos un rato, Michael recostó su cabeza en las piernas de Hayley.



- Quisiera que esto fuese eterno, pero sé que terminará pronto y como siempre no muy bien - Dijo ella acariciando el rizado y oscuro cabello de él.
- No quiero que estés así, quiero que sonrías - Balbuceo mientras daba pequeños besos al vientre de Hayley, quién aún tenía la camisa de él, puesta.
- ¡Michael! No hagas eso, estoy horrible, no quiero que me veas así - Dijo abotonando la camisa que llevaba puesta.
- No lo eres - Sonrió - Eres perfecta a tu manera, eres perfecta para mí, así tal cuál. Además, ahí creceran mis hijos - Dijo con un pequeño brillo en sus ojos - Pero solo cuando sientas que es el momento.


Ella sonrió.


- Eres la única mujer que le podrían quedar bien mis enormes camisas.
- ¿Y por qué no vas a ponerle tus camisas a Lisa o a otra? - Dijo desabotonando la camisa - De seguro a ellas se les ve mejor ¿no crees?

- ¿Qué? ¿Por qué dices eso?
- Pensaste que yo nunca lo iba a saber - Dijo mostrándole un anillo - Es tu anillo, eres casado Michael y nunca me lo dijiste.
- No pensé que sea necesario, estaba en trámites de divorcio.
- Si tenías una pisca de confianza, podrías habermelo dicho, no me iba a enojar.
- Hayley, estoy divorciado de ella desde hace un tiempo.
- Ahora me dirás que no tuviste algo con Nicole ¡Vamos mienteme!
- ¡Si! Tuve algo con ella ¿Contenta? ¿O quieres que te cuente detalles de lo que paso entre nosotros, de si hicimos o no el amor o de como lo hicimos?




Los ojos de Hayley se llenaron de lágrimas.




- ¿Hace cuanto? - Dijo seria.
- Hace no mucho, tal vez un año.




Ella cerró los ojos, tratando de controlarse, pero simplemente no pudo y dio una bofetada a Michael.


- Querías sinceridad - Dijo con una de sus manos en su mejilla.
- Quería sinceridad, no descaro Michael - Dijo arrojándole en su cara la camisa que anteriormente traía puesta para después tomar su polera y salir de la habitación.



Al cerrar la puerta luego de salir de la habitación, Hayley se sentó junto a ella y rompió nuevamente en llanto, se levantó y busco por las habitaciones alguna botella de alcohol y un cuchillo, entro a la primera habitación que se le puso en frente y comenzo a beber y beber, quitó las vendas de sus brazos, quería hacerse daño de nuevo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 23.







Él secó las lágrimas que brotaban de los ojos de ella, aquellos ojos que nuevamente veían la luz con una nueva identidad, pero un mismo pasado. Poco a poco iban acercándose para dejar que sus labios se unan nuevamente en un beso. Luego de varios días luchando por poder cruzar más de una palabra con Hayley, Michael había logrado más que eso, más que un beso, había logrado recorrer la piel de la chica nuevamente, quitándo aquellas prendas que envolvían en cuerpo de Hayley y a la vez desprendiendose de sus mismas prendas, para dejarlas caer en una oscuridad que no importaba, porque la tenía de nuevo y no quería dejarla ir.
Luego de que Michael se quedara dormido, Hayley se la puso la camisa de Michael, recogió su ropa del suelo y fue a darse un baño.
Amaba ese aroma que poseía la ropa de Michael por lo que se puso nuevamente la camisa y su ropa interior, dejándo su ropa sobre una silla.
Estaba arrepentida ¡Maldita sea! No quería vivir lo mismo que ya había vivido, no quería sufrir, preferiría morir, rápido y sin dolor. Se quitó la camisa de Michael y busco algo que pueda cortar, unas pastillas anticonceptivas y un vaso con agua.

Quería gritar, pero sentía que no podía, como que algo no dejaba salir su voz y solo la dejaba llorar. Comenzó a cortar sus brazos y su vientre, mientras las lágrimas, una tras otra salían de sus ojos. Hasta que se quedo dormida, mientras el piso tomaba un color rojizo con la sangre de sus brazos.


Michael despertaba sintiendo un vacío, Hayley no estaba a su lado, por lo que se vistió, sin encontrar su camisa.
La buscaba pero no la encontraba, hasta que entró al baño y se encontro con una escena no muy agradable. Buscó un botiquín y tomo en brazos a Hayley para llevarla a la habitación, para curarle sus brazos y luego vendarlos, curo su vientre, que tenía unas marcas antigüas y observó la caja que tenía ella en una de sus manos, era una caja de pastillas anticonceptivas. Michael estaba muy confundido, no entendía porque ella hacía eso, porque insistía en seguir haciéndose daño, quería curar ese corazón, pero por más que le parecía que lo había logrado, volvía darse cuenta que había fracasado y que al parecer no sabía como hacerlo, realmente quería que ella sea feliz. 
Fue al baño en busca de su camisa y la ropa de Hayley, y se sentó en el suelo posando la cabeza de ella en sus piernas, para vestirla con la pequeña falda que antes traía puesta y su camisa, que dejó a medio abotonar para acariciar el vientre de la chica. Sentía que ahí había existido una pequeña vida, sentía que esa pequeña vida, había sido una parte de él también. 
Ella poco a poco iba despertando y veía a Michael llorando.


- Hayley, despertaste - Sonrió - ¿Cómo te sientes?
- Bien - Dijo sentándose a su lado - ¿Porqué?
- Solo preguntaba.
- ¿Por qué lloras? - Murmuró secando las lágrimas del rostro de Michael, luego se dio cuenta de las vendas en sus brazos.
- Lo siento, de verdad.
- ¿Por qué lo haces Hayley? ¿Por qué insistes en hacerte daño? - Balbuceó, para luego tapar su rostro con sus manos.
- No puedo evitarlo, debo hacerlo, entiendeme por favor.

- No puedo entenderte, aunque trato, pero no puedo - Murmuró observando el suelo - Hayley, ¿por qué tu vientre está así?
- ¿Quieres que te mienta o que te diga la verdad? - Interrogó, mientras volvían a aparecer unas lágrimas en su rostro.
- Quiero que me digas la verdad.
- Sé que esto te va a doler y mucho, pero te pido tan solo un poquito de comprensión, tan solo un poquito, para que te pongas en mi lugar y entiendas que sentía en ese momento y porque lo hice, entiendo si me odias, porque si estuviese en tu lugar sentiría eso.
- Solo dime ¿si?
- Yo... estaba embarazada - Murmuró, para luego romper en llanto.


Los ojos de Michael se volvían brillantes y tomaban un tono rojizo y se veían inchados, pequeñas gotas de cristal se deslizaban desde los mismos.


- ¿Ibas... a tener un hijo mío? - Balbuceo a penas, entre lágrimas.
- Si, pero antes de que quieras odiarme, golpearme o lo que sea, dejame explicarte que sucedió - Dijo secando las lágrimas de él - Me enteré cuando estaba secuestrada, tenía 1 mes de embarazo y ese señor también lo supo y me decía que quería vengarse, que ese niño no iba a nacer, me odiaba por estar lejos de tí, soñaba con estar contigo, y todo lo malo sea solo una mala pesadilla, quería abrazarte, pero no podía, tu recuerdo parecía irse con el paso de los día y sufría muchas crisis, por momentos odiaba tener a ese niño en mi viente, si no lo tenía ese tipo no me golpeaba tanto, pero cuando pensaba, le pedía perdón por ser una mala madre, aún cuando no nacía y solo era un pedacito tuyo y mío, le hablaba de ti, pero ese tipo odiaba eso, odiaba escuchar tu nombre, me arrojaba contra el suelo, o las paredes, quería que aborte, pero yo me resistía - Balbuceó ahogada en sus lágrimas - Pero no resistió más y... se murió dentro de mi, me sentía vacía sin él, era una parte de tí, que estaba conmigo.


Ambos se abrazaron.


- Tengo miedo de revivir eso Michael, no quiero revivir eso, no quiero que una pequeña vida tenga que pagar por mis errores, porque no tiene la culpa, no quiero tener otro hijo, porque no merece que yo sea su madre - Dijo tocando su vientre.
- Nadie te hará daño, no más - La observó - Hayley, tu serías la mejor de las madres, estoy seguro.




Luego de que ambos se calmaran y las lágrimas los abandonen por al menos un rato, Michael recostó su cabeza en las piernas de Hayley.

Jar of Hearts

Capítulo 22.







– Michael, esto está mal, no debió ser.
– ¿Por qué? ¿Qué ocurre?
– Por Hayley y por...Lisa, estás casado con ella, esto está mal – Dijo tratando de levantarse de la cama, pero Michael la detuvo.
– Lisa es parte de mi pasado, ya no la amo.
– ¿Y Hayley? ¿Acaso te olvidaste de ella? Desde siempre me dijiste que la amabas, ¿donde quedo eso o te olvidaste de ese amor, porque desapareció hace 4 años? 
– No, Nicole no es así. Tú sabes que te ame y aún sigo amándote – Dijo besándola.
– Y yo aún conservo ese anillo.










Luego de quedarse dormidos, la noche comenzaba a marcharse y la madrugada traía consigo unas cuantas sorpresas.










Michael despertó y al ver a Nicole aún dormida, prefirió no molestarla y levantarse de tal manera que parezca que sus pies no tocan el suelo.


Al bajar las escaleras, le parecía que alguien lo observaba, volteó hacia la sala y... ahí estaba Lisa, con un vaso en la mano.




Por lo que veo, tuviste una buena noche Michael Dijo dando un sorbo al líquido de su vaso.
Lisa... ¿qué haces tú aquí? Dijo un poco sorprendido.
Ya firme tu maldito papel para el divorcio, puedes acostarte con tantas p*tas quieras. ¡Oh! Espera, no son ellas las p*tas sino mi ex marido Dijo arrojando el papel al suelo, para luego marcharse.














- Un año después.











Desde que Nicole se había ido, Michael no hacía nada más que encerrarse en su habitación y de vez en cuando ir a casa de Hayley, manteniendo las esperanzas de que algún día podría verla de nuevo, como era antes, no esa Hayley que veía, tan diferente, desde que había aparecido.


Con las manos en los bolsillos de su pantalón, unas gafas y un sombrero, caminó a paso lento a casa de Hayley como de costumbre.
Entro a la casa y la recorrió, mientras millones de recuerdos volvían a su mente. Al subir al segundo piso, vio una de las puertas entre abiertas y una silueta. Al acercarse aún más, pudo ver a una Hayley bastante diferente.


- Hayley - Dijo un poco sorprendido.


Ella volteó y lo vio.


- Ella no está aquí - Dijo indiferente.
- Hayley, eres tú - Balbuceó mientras una sola lágrima resbalaba por su rostro.
- Yo no te conozco, tú no me conoces - Dijo levantándose de la cama - No quiero ver que alguien a quién no conozco este en mi casa.


Pero él no la escucho, solo la abrazó y la besó. Ella lo empujó para quitarselo de encima.


- ¿Qué te pasa? ¡Vete de aquí quien quiera que seas!
- Soy Michael Hayley.
- Hayley está muerta, siempre lo ha estado, pero esta vez desapareció para siempre Michael - Dijo dandole la espalda.
- No, Hayley - Murmuró abrazandola de nuevo - Extrañaba ver esos ojos celestes - Dijo observándola.
- No me hagas esto. ¡Quiero olvidarme de quién soy y que hice! Quiero empezar de nuevo, no me digas más Hayley, ¡Maldita sea! - Dijo llorando en el hombro de Michael.


Él secó las lágrimas que brotaban de los ojos de ella, aquellos ojos que nuevamente veían la luz con una nueva identidad, pero un mismo pasado. Poco a poco iban acercándose para dejar que sus labios se unan nuevamente en un beso. Luego de varios días luchando por poder cruzar más de una palabra con Hayley, Michael había logrado más que eso, más que un beso, había logrado recorrer la piel de la chica nuevamente, quitándo aquellas prendas que envolvían en cuerpo de Hayley y a la vez desprendiendose de sus mismas prendas, para dejarlas caer en una oscuridad que no importaba, porque la tenía de nuevo y no quería dejarla ir.
Luego de que Michael se quedara dormido, Hayley se la puso la camisa de Michael, luego recogió su ropa del suelo y fue a darse un baño. 
Amaba ese aroma que poseía la ropa de Michael por lo que se puso nuevamente la camisa y su ropa interior, dejándo su ropa sobre una silla.
Estaba arrepentida ¡Maldita sea! No quería vivir lo mismo que ya había vivido, no quería sufrir, preferiría morir, rápido y sin dolor. Se quitó la camisa de Michael y busco algo que pueda cortar, unas pastillas anticonceptivas y un vaso con agua.
Quería gritar, pero sentía que no podía, como que algo no dejaba salir su voz y solo la dejaba llorar. Comenzo a cortar sus brazos y su vientre, mientras las lágrimas, una tras otra salían de sus ojos.






domingo, 18 de septiembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 21.


Nicole aún no podía dormir, por su cabeza rondaban muchas cosas. Una pequeña luz entro en la habitación, la puerta se entreabría, cuando volvió a cerrarse, se levanto de la cama y observó a través de la pequeña rendija entre la puerta y la pared. Ahí estaba él.








Las respiraciones de ambos eran aceleradas, presentían que el otro las oía, como se llamaban mutuamente. 


Él cerró sus ojos, quería besarla, recordar cada centímetro de su piel. Su mente lo llevaba al pasado y sonreía. Abrió sus ojos y se arrodillo al lado de la puerta, suavemente poso sus dedos sobre el picaporte para abrirla nuevamente, para luego toparse con el rostro de Nicole. Se observaron un instante y entraron a la habitación.


Nicole, yo...


Pero ella lo interrumpió con un beso en los labios, uno que se condensó en aquel instante, parecía que el tiempo se detenía para ellos dos. Ella rodeo el cuello de él, con sus brazos, mientras él la tomaba delicadamente de la cintura dejándola contra la pared, hasta que se separaron.


Perdón Michael Dijo desviando su mirada.
No es necesario que pidas perdón, no has hecho nada malo Susurro en el oído de ella.


Un pequeño escalofrío recorrió el cuerpo de ella. Él poso sus labios sobre el cuello de ella, y lentamente se alejo, se miraron y continuaron besándose y quitándose la ropa sin prisa, mientras recorrían la piel del otro una y otra vez, para nunca olvidarla. 


Con cada beso y cada caricia iban acercándose a la cama, hasta que cayeron en ella. 
No se habían olvidado, cada beso demostraba que aún seguían amándose, cuando Nicole, al verlo por primera vez después de años de ausencia, recordó aquel amor, al igual que Michael. Pero, algo les impedía estar juntos, no podían, sin embargo, su mente no lograba procesar lo que estaba ocurriendo. 


Era amor del puro.




Luego de cubrirse con las sábanas, se abrazaron.


Michael, esto está mal, no debió ser.
¿Por qué? ¿Qué ocurre?
Por Hayley y por...Lisa, estás casado con ella, esto está mal Dijo tratando de levantarse de la cama, pero Michael la detuvo.
Lisa es parte de mi pasado, ya no la amo.
¿Y Hayley? ¿Acaso te olvidaste de ella? Desde siempre me dijiste que la amabas, ¿donde quedo eso o te olvidaste de ese amor, porque desapareció hace 4 años? 
No, Nicole no es así. Tú sabes que te ame y aún sigo amándote Dijo besándola.
Y yo aún conservo ese anillo.










Luego de quedarse dormidos, la noche comenzaba a marcharse y la madrugada traía consigo unas cuantas sorpresas.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 20.


Michael no sabía si era una broma de mal gusto o un pésimo sueño. 
¿Dónde estaba Hayley? ¿Qué le había hecho? ¿Estaría bien?
No sabía que hacer, los días pasaban y la situación no mejoraba, no había ni un rastro de ella o de John.


Estaba atado de manos, que podía hacer él o Nicole.







Los días transcurrían, y aunque Michael no sabía, la policía ya estaba buscando a Hayley, Nicole había buscado ayuda.
















~ 4 años más tarde.


El sol había abandonado el cielo anaranjado, para entregárselo a la luna y las estrellas, quienes teñirían el mismo con los colores de la noche.


Nicole se ponía su pijama mientras Michael veía una película en la sala. 


Se sentía un poco rara, algo la tenía confundida desde hacía un tiempo atrás, aún no descubría que era ese ''algo''. Se recostó en su cama, cerró los ojos y pensó, generalmente hacía eso para dormirse.




Michael al no ver bajar a Nicole, subió al segundo piso de la casa, había un silencio sepulcral.
Respiro profundo y abrió lentamente la puerta de la habitación de Nicole, asomando a penas su cabeza, vio la silueta de la chica, apenas con la poca luz que entraba a la habitación, proveniente del alumbrado de la calle. Apenas recordaba como era la piel y los besos de quién había sido su prometida. Dejo la puerta un poco cerrada y recostó su espalda sobre la pared, dejándose caer al suelo, hasta quedar sentado sobre sus propios pies. 
¿Acaso ella si lo recordaba? ¿Acaso sentía lo mismo?










Nicole aún no podía dormir, por su cabeza rondaban muchas cosas. Una pequeña luz entro en la habitación, la puerta se entreabría, cuando volvió a cerrarse, se levanto de la cama y observó a través de la pequeña rendija entre la puerta y la pared. Ahí estaba él.








Las respiraciones de ambos eran aceleradas, presentían que el otro las oía, como se llamaban mutuamente.





jueves, 15 de septiembre de 2011

Jar of Hearts

Capítulo 19



– Iré a darme una ducha – Le susurro Hayley al oído, para luego ponerse una bata y dirigirse al baño, Michael al captar el mensaje hizo lo mismo.






Las pequeñas gotas de agua caían por el cuerpo de Hayley, mientras Michael se incorporaba junto a ella y besaba la espalda de la joven, tomándola por la cintura y quedando de frente, se observaban a los ojos y poco a poco iban teniendo menos distancia entre sus bocas. 






Luego de darse un baño juntos, se vistieron y salieron de la habitación, para tomar desayuno.


– Nicole Dijo Hayley ¿Donde estabas? Anoche no te encontré.
– Tuve que salir, lo siento Contesto algo nerviosa.
– Nicole, él es Michael Dijo observándola Michael, ella es Nicole Dijo observándolos.


Ambos se observaron y sonrieron, como si se conocieran de siempre.








El tiempo comenzaba a avanzar rápido y sin piedad. Parecía un milenio desde que todo volvía a ser de colores, pero... solo eran unos cuantos meses.






Hayley salía de casa, Michael debía hacer unas cosas, por lo que salió sola, mientras Nicole se encontraba en casa de un familiar.










Pero de un instante a otro todo se volvía oscuro y solo escuchaba murmullos o balbuceos.




"Michael Jackson, te lo dije, te lo advertí, pero pareces no comprender de que hablaba y aún hablo en serio. No te preocupes por ella, esta bien conmigo, por ahora. No te molestes en buscarla o buscarme, no nos encontrarás en ningún lugar. Detente un momento en tu vida, piensa y comprende que te equivocaste y todo error tiene su consecuencia. No pienses ni un segundo en llamar a la policía, no te servirá.
Perdón, pero no quería llegar a esto.


Deseo que estés bien querido Michael.


Tu querido amigo: John."


Michael no sabía si era una broma de mal gusto o un pésimo sueño. 
¿Dónde estaba Hayley? ¿Qué le había hecho? ¿Estaría bien?
No sabía que hacer, los días pasaban y la situación no mejoraba, no había ni un rastro de ella o de John.