domingo, 13 de marzo de 2011




Ayer subí el último capítulo de la novela, que espero les haya gustado, a las pocas personas que leyeron.
Nunca pedí que comentaran los capítulos, pero voluntariamente unas personitas lo hicieron: a ellas Muchisimas gracias niñas!
También muchas gracias a quienes leyeron, sé quienes son y les agradezco desde el fondo de este corazoncito que tengo.

Quiero dedicar [por segunda vez] esta historia a la personita más importante en mi vida, luego de mi mamá. A Nicole, quien siempre me apoyo en los peores momento que pase antes y durante la novela, te quiero niña.
Y también a Michael, sin él no soy nada. Te quiero corazón.






Ahora me encuentro escribiendo una nueva historia, basada un poco en algo real. Espero que la lean, y la fecha de "estreno" la confirmaré en un tiempo más.








Capítulo XXII y final.


Selena, Nicole y Madeleine eran... hermanas.

La joven no lo podía creer, Nicole era su hermana, al igual que Selena.


~Flash Back~

- Dime que te hice para que me odies así. Siempre te trate bien, como una hermana.
- ¿Que me hiciste? - Preguntó caminando alrededor de Madeleine, como si esta última tuviese aunque sea una mínima idea.
- Si, ¿que te hice de malo?
- Nacer - Dijo fría.

~Flash Back~



- Madeleine - Dijo Francisca - ¿Estas bien?
- Supongo - Contestó, con su mirada perdida.
- ¿Puedo ayudarte en algo?
- ¿Puedes... darme un abrazo? - Dijo con sus ojos llorosos.
- Claro que si - Sonrió.


Lo había perdido todo, o casi todo, en un parpadeo.


- ¿Señorita Madeleine? - Dijo un doctor.
- Si doctor, ¿que ocurre?
- Logramos estabilizar al paciente - Sonrió - Si lo desea, puede pasar a verlo.
- Muchas gracias.


Madeleine entró a la habitación en la que estaba Michael. Verlo de tal forma la destrozaba.

A su mente venían los recuerdos de cuando pasaban tardes enteras juntos, recordaba su sonrisa, y le costaba verlo así ahora, con sus ojos cerrados y rodeado de máquinas.

¿Volvería a ver aquellos ojos color café de nuevo? ¿ Volvería a verlo sonreír? 

Aún mantenía la fe.


Se sentó al lado de Michael y tomó las manos de este último, con las suyas y sus ojos cerrados.

- Cada historia es un final, pero en la vida, cada final, es un nuevo comienzo - Dijo Michael, de la nada.

La joven lentamente abrió sus ojos y observó a Michael, quien tenía sus ojos levemente abiertos y una pequeña sonrisa.

- No digas eso - Respondió ella.
- Tampoco te diré que no llores, pues todas las lágrimas no son malas. Un día me preguntaste si esto acabaría y hoy te respondo sinceramente... Esto es para toda la eternidad, no lo veas como un final, es un nuevo comienzo.


Ella no dijo nada.

- Nunca olvides que te quiero Maddie.
- Yo también te quiero, no sé que haría sin ti.
- Continuar Maddie, solo continuar.











Los doctores corrían de un lugar a otro, saliendo y entrando de la sala de urgencias.

Francisca se encontraba con Madeleine, en la sala de espera. Francisca sabía el estado de Michael, pero temía decírselo a Madeleine.






















- Lo siento - Dijo el doctor - El paciente ha fallecido.


Su mundo se derrumbaba poco a poco. Lo que más temía había ocurrido. 
No quería una vida sin Michael, no quería que su corazón lata si el de Michael no latía, no quería respirar si Michael no lo hacía, no quería sonreír, no quería volver a abrir los ojos y ver... Que su primavera se había esfumado y se había convertido en un invierno negro y frío.











1 Año después...

Madeleine venía recuperándose de una larga depresión. A lo largo del tiempo había entendido que Michael estaba mejor en donde estaba y no podía hacer nada.... Nada más que continuar.

Por las tardes se sentaba en su columpio, a escribir, pintar, dibujar o simplemente a... Recordar.


Volvía a estar sola, como antes. Ya no daba sus clases de arte, tampoco trabajaba en lo otro. Básicamente lo que hacía en el día, era estar en su habitación, junto con Blue.









Era un día de otoño y Madeleine se asomo al balcón a contemplar las hojas en el suelo, las ramas desnudas de los arboles, a sentir el viento en su rostro.

Cerró sus ojos y al abrirlos, unas cuantas lágrimas caían de ellos. Lo extrañaba.


De pronto la puerta se cerró. Las ventanas también estaban cerradas como de costumbre.

Volteo y ellos estaban apuntándole con una pistola.


- ¡Por fin! Este es tu final Madeleine - Dijo mientras apretaba el gatillo, unas 5 veces seguidas.


























El cuerpo de ella, yacía en el suelo, lleno de sangre.

- Un final, es un nuevo comienzo - Dijo Madeleine.



Había dejado de respirar, para liberar su alma a la eternidad, junto a la del hombre que siempre quiso y amo sin darse cuenta. 



~Fin. 

sábado, 12 de marzo de 2011




Capítulo XXI

Madeleine obedeció y llamo a una ambulancia. 

- ¡Vamos Nicole! Dime - Insistió, luego de colgar el teléfono.
- Madeleine, para ¿si? No te diré.




Desde lejos se podían ver las luces de la ambulancia.

- Yo creo que me voy - Dijo Nicole, caminando hasta su auto.


Madeleine solo se sentó en el suelo, al lado de Michael, quien estaba muy pálido y helado. 
Ella besó la fría mejilla de él. Cerró los ojos, hasta que sintió que la ambulancia se acercaba.





- ¿Que ocurrió? - Dijo un paramedico.
- Le dispararon - Contestó Madeleine.
- Ha perdido mucha sangre, su pulso es bastante débil, esta algo pálido y frío, haremos lo posible por salvarlo  - Dijo mientras junto a otra persona subían a Michael a una camilla.
- ¿Puedo acompañarlo?
- Si, claro - Contesto el paramedico, sonriendo.



Luego de unos minutos llego la policía, y se encontraron con una sorpresa...














El cuerpo de una joven, de no más de 25 a 30 años,  yacía frío y ensangrentado al lado de un auto.
Nicole se había suicidado y en su mano tenía una pistola con la que había disparado a Michael y a sí misma.


Habían llevado a Michael a la zona de urgencias del hospital. Madeleine estaba en la sala de esperas, tapaba su rostro con sus manos.

- ¿Señorita Madeleine?
- ¿Si? - Dijo Madeleine, quitando sus manos de su rostro.
- Soy Francisca, de la Policía.
- Hola Francisca.
- ¿Tú eres familiar de la señorita... Nicole? - Dijo mirando unos papeles.
- Soy su amiga, ¿que ocurre con ella?
- Madeleine, eres la persona más cercana a Nicole, que hemos encontrado - Dijo buscando algo, entre sus papeles - Ella murió, se suicido. La encontramos al lado de un auto, con un arma y este sobre - Dijo entregándole el sobre a Madeleine.


Nicole estaba muerta y era difícil creerlo, al menos lo era para Madeleine.

¿Era una carta? ¿ Para Madeleine y de... Nicole?

- Te dejare sola, para que veas el contenido del sobre, cualquier cosa, solo llámame - Dijo Francisca - Adiós.
-Adiós.



Abrió el sobre y dentro de el, había una hoja, con algo escrito en ella y una foto. No comprendía.



Leyó la carta.

















No creía lo que había leído, sus ojos se inundaron de lágrimas. Ahora entendía... Ahora todo calzaba. Ahora... se daba cuenta de porque Nicole le había dicho ''Tu error fue nacer''.



Vio la foto y comprendió aún más...











Selena, Nicole y ella...

domingo, 6 de marzo de 2011



Capítulo XX


Solo le escucho el sonido de la caída del cuerpo al frío cemento.



Madeleine se había abalanzado sobre Nicole.

- ¡Sal de encima mío! - Dijo Nicole.
- No, hasta llevarte con la Policía - Dijo sentándose sobre la espalda de la chica - Michael toma el teléfono y llama - Dijo entregándole un teléfono.
- ¡Michael! - Murmuró Nicole - Piensa lo que haces, no tienes idea de quien es la mala de la historia.

Él no sabía que hacer, después de todo, ambas muchachas eran amigas de él.
Las observó y luego se alejo para llamar.


- Me arruinaste Madeleine, no sabes como deseaba apretar el gatillo frente a ti, para que dejes de usar oxígeno que sirve a otros.
- Yo te creí Nicole, creí en ti, en tu... amistad y hasta llegue a considerarte como una hermana, ahora veo que no puedo confiar en nadie.
- Muy bien Madeleine, te diste cuenta de eso, que bueno - Dijo sonriendo - ¡Ay! Que tierna, la pequeña pensó que eramos hermanas - Rió.



Y de verdad, a Madeleine ahora le parecía que nunca había conocido realmente a Nicole.


- Eres fría - Dijo Madeleine, indiferente.
- Tú infantil.


Nicole había visto la pistola botada en el suelo, muy cerca de ella. Trató de alcanzarla.


La tenía en sus manos y al veer a Michael, a unos metros de distancia y dándole la espalda


















Le disparó.









Él calló al suelo. Hubo un silencio de un par de segundos. Madeleine aún no sabía como reaccionar, observó a Michael, luego corrió hacia él.

Miró a Nicole con enojo, desesperación, tristeza, indignación y rabia. Era una gran mezcla de sentimientos.

Sentía que se le destrozaba el corazón, que le faltaba el aire.

- Michael, abre tus ojos, por favor - Dijo tomando el rostro del joven - No me dejes.
- Ahora vienes tú - Dijo Nicole a sus espaldas.


Madeleine corrió hacía ella, tratando de quitarle el arma. Corrían el riesgo de que se les escapara un tiro y alguien más salga herido.


- Tu error fue meterte en mi trabajo.
- ¿Qué quieres decir?
- Si la niña mimada de Madeleine no hubiese entrado en el 'mercado de los asesinatos' todo sería diferente.


Madeleine no comprendía.


- ¿Te explico? - Dijo Nicole tirando la pistola al suelo - Sino hubieses trabajado en aquello no te hubiese conocido, nada de esto estaría pasando.
- ¿Dime que te hice para que me odies así? Siempre te trate bien, como una hermana.
- ¿Que me hiciste? - Preguntó caminando alrededor de Madeleine, como si esta última tuviese aunque sea una mínima idea.
- Si, ¿que te hice de malo?
- Nacer - Dijo fría.

Madeleine no entendía.
Las lágrimas no tardaron en aparecer en el rostro de Madeleine.

Ambas se acercaron a Michael y lo observaron.


- Perdón - Murmuró Madeleine.

Nicole no dijo nada.

- ¿Porqué me dices que mi error fue 'nacer'? - Preguntó inocentemente.
- Lamento lo de Michael - Dijo mirando un punto fijo - Llama a una ambulancia - Dijo entregándole un teléfono.
- Dime, por favor.

Nicole la miró, con una sensación de duda.


- Porqué tú... Sería mejor que llames a la ambulancia, Michael ha perdido mucha sangre.



sábado, 5 de marzo de 2011



Capítulo XIX

Selena y Leandro se fueron caminando juntos.

- ¿Crees que deberíamos decirle a Michael y a Madeleine sobre lo que planea hacer Nicole? - Le preguntó Selena a Leandro.
- No lo sé, no quiero meterme en problemas.
- Por lo mismo, la policía puede asociarnos con ella y llevarnos a la cárcel por lo que haga.
- Nicole esta loca, tengo miedo por lo que pueda hacer.



Madeleine y Michael no sabían lo que tendrían que enfrentar, ni se lo imaginaban, ni sabían con quien se encontrarían.

- Michael, ¿estás seguro que sabes de autos? - Preguntó Madeleine, mientras lo observaba.
- No, pero no perdemos nada con intentar, ¿no lo crees?
- Puede ser peor y en vez de estarlo reparando puedes estar dejándolo peor.
- ¿Estas segura que no es algo que tenga que ver con la gasolina?
- Si - Madeleine comenzó a reír.
- ¿Qué ocurre? - Sonrió.
- Tu cara - Dijo casi sin poder respirar.
- ¿Qué tiene?
- Esta... esta... Mejor mírate - Dijo entregándole un espejo.

Ambos reían eufóricos.

- Esta bien, me calmo - Dijo ella tratando de respirar hondo.
- Raro que no pase ningún auto o la policía.
- Bastante raro.

Madeleine camino un poco por la orilla de la carretera, sola, mientras Michael trataba de reparar el auto.

Sintió unos pasos. Pensó en volver a donde se encontraba el auto, estaba un poco lejos.

- ¿A donde crees que vas Madeleine? - Dijo alguien, tapándole la boca - Nos encontramos de nuevo.

Madeleine trato de zafarse y lo logró, botando a aquella persona.

- ¿Nicole? - Dijo sorprendida.
- ¡Bien! Por fin me reconoces - Dijo aplaudiendo.
- ¡Tú!....Tú fuiste quien me envió esa nota, tú quieres... matar a Michael. 

Todo encajaba ahora.

- Muy bien Maddie, muy bien, veo que piensas, pero tarde - Dijo sacando un arma.


Madeleine sabía muy bien que no podía confiar ciegamente en alguien, pero Nicole se había ganado esa confianza y pensó que no debía desconfiar de ella, la consideraba como una hermana.

- Nunca te conocí, realmente nunca y eso me da mucha tristeza.
- No seas cursi, y claro que nunca me conociste, aprovecha de hacerlo ahora - Dijo apuntándole con una pistola - Adiós Madeleine, fue un gusto conocerte.


Apretó el gatillo...














Madeleine había tratado de correr, para evadir la bala, pero cayó al suelo.


- ¡Maddie!

Ella abrió sus ojos y lo vio a él.

- Michael - Murmuró.
- Genial, estamos todos aquí - Sonrió - ¿No te parece lindo Maddie?
- ¡Maddie! ¿Estas bien? - Preguntó Michael - ¿Te pegaste en algún lado? - Dijo ayudándola a levantarse.
- Si, estoy bien, no me pegué, gracias por preocuparte.
- ¡Bravo! - Dijo aplaudiendo - Amor de amigos... de hermanos, que patético. Pero sería lindo morir con la persona que amas.


Michael solo la observó.

- ¿Nicole? - Preguntó Michael, algo sorprendido.


Ella no dijo nada. Madeleine la observaba, con algo de miedo, Michael solo miraba.




Capítulo XVIII


-¿Cómo puedes decir eso Madeleine? - Dijo saliendo del auto.
- Lo digo, porque se que sería así - Dijo también saliendo del auto - ¿Tú crees que te dejaría morir?
- No lo sé - Murmuró caminando de un lado a otro - ¿Qué les hiciste para que quieran matarte y... también a mi?
- ¡No lo sé! ¡No tengo idea! Sólo sé que tu vida corre peligro.



Lentamente comenzaron a caer unas lágrimas de sus ojos, se imaginaba sin Michael y le entraba una desesperación, miedo e intranquilidad. No quería perderlo.






- ¿Donde demonios se metieron esos dos? - Dijo ella furiosa-
- No tengo idea, Selena echa un vistazo.
- ¡Hey! ¿Porque siempre soy yo la que estorba y no sabe hacer nada bien - Contestó de mala gana.
- ¡Cállate! ¡Maldita sea! No puede haberlos tragado la tierra.
- ¡Ya! Doña Perfecta, ¿podrías callarte? Me desesperas
- ¡Ash!
- Fue tu plan Nicole, resuelve tu problema- Dijo bajando del auto.
- Tú no vas a ningún lado, ¿me oíste pedazo de idiota?








- Fue un error habernos conocido.
- Claro que no princesa, fue lo mejor.
- No, Michael, es verdad, si no me hubieses conocido nada de esto estaría pasando.
- No cambiaría nada, aunque este a punto de morir.
- No mientas Michael.
- No miento Maddie - Dijo acariciando el rostro de la joven.
- Te quiero Michael, te quiero mucho - Lo abrazó.
- Yo también te quiero, más de lo que crees.
- Es mejor que entres al auto - Lo observo - Pueden estar cerca.
- Esta bien - Sonrió.

Buscó por todos lados un arma que siempre traía con ella. No estaba.

- ¿Qué buscas?
- Algo.
- ¿Te ayudo?
- Como quieras - Sonrió.


Luego de buscar por más de 10 minutos, Michael la encontró.

- ¿Qué es esto? - Dijo observando el arma.
- ¡La encontraste! - Murmuró tomándola entre sus manos - ¿Que ocurre? - Dijo ella, observándolo.
- ¿Ya habías usado una de estas antes?
- No - Mintió - No la he usado, pero la he tenido en mis manos más de una vez.
- Oh... Comprendo o eso creo.

Los dos salieron del auto, para ver que tan solitaria estaba la carretera.

- Esto es como el desierto.
- Cierto y lo es - Murmuró observando el suelo - ¿No crees que deberíamos irnos? Esta oscureciendo y es peligroso.
- Vamos, tengo hambre, podríamos ir a comer a algún lugar.
- Bueno.




Desde lejos estaban observándolos.

- ¿Qué esperas? Disparale a ese tal Michael.
- Si, hazlo Nicole - Dijo Selena.
- ¡Cállense los dos! Yo sé cuando debe morir ese.
- Como quieras, ¡ahora tu me tienes harta! - Dijo marchándose - Eres I N S O P O R T A B L E, al fin y al cabo te quedarás sola.
- ¿Tú también te irás? - Preguntó a Leandro.
- Lo siento, adiós.
- ¡Andate! No te necesito, no necesito a nadie.


Era la primera vez, en todo el tiempo en que ambas muchachas se conocían, que Selena se "revelaba" en contra de Nicole, quien durante 5 años había maltratado a Selena.

- Nunca sabrás la verdad Selena, ni tu Madeleine - Dijo hablándole a la nada - Es hora de acabar con este sujeto. 

Nicole subió a su auto, para buscar a Madeleine y Michael. Estaba decidida a hacerlo


- Disfruta tus últimos minutos de vida Michael y tu también Madeleine, porque pronto dejarán sus almas volar, para siempre.