miércoles, 31 de agosto de 2011

Jar of hearts

Capítulo 17



– Hayley, tú... – Balbuceo entre lágrimas – Tú no te hiciste daño de nuevo, dime que no por favor.
– Michael, necesito liberarme, necesito descargar todo este dolor que tengo aquí adentro.
– ¡Maldita sea! Hayley ¡No! ¡No! ¡No más
– Michael entiéndeme. 
– ¡Michael nada! – Gritó un tanto enojado – No puedo entender esa forma de liberarte, no puedo aceptar que te hagas daño así, no puedo creer que lo hagas, no puedo permitir esto.
– Perdón – Murmuró, mientras se ahogaba en su propio llanto.
– No puedo dejar que la persona que más amo en este mundo de porquería, se haga daño, no más – Dijo abrasándola. 
– No le importo a nadie, no soy algo bueno, soy como una piedra que estorba en el camino, la que deben sacar, para poder seguir avanzando, no soy necesaria.
– Para mi lo eres.
– ¡Para el mundo no!
– ¡Deja de preocuparte por el mundo y los demás! Pueden irse al demonio Dijo cerrando sus ojos. 
– Te odio Jackson Decía golpeando el pecho del joven con sus puños Me dejaste.










Nicole los observaba, desde las escaleras, como cuando una niña pequeña mira a sus padres mientras discuten, oculta entre las barandas de la escalera. Ahora realmente comprendía el mundo de Hayley.






Mientras Michael abrazaba y contenía a Hayley, vio a Nicole, quién se oculto.






– Hayley, ¿hay alguien más? Susurro Michael.
– ¿Por qué?
– Creo que vi a alguien en la escalera.
– Debe ser una amiga Dijo limpiándose las lágrimas.








Luego de que ambos se calmaran, fueron a la cocina a comer algo. Mientras Nicole salía sigilosamente de la casa.




– Iré a ver a Nicole Sonrió.


Michael solo sonrió.




Hayley subió al segundo piso, hasta la habitación de Nicole, pero ella no estaba, la busco en el baño, en las demás habitaciones pero no estaba, por lo que tuvo que volver sola a la cocina.


– Creo que salió, no esta en casa.
– Es tarde como para salir ¿no crees? Dijo llevándose un vaso de jugo a la boca.
– Creo que para ella no Sonrió ¿Te quedarás a dormir por hoy?
– Supongo que si, es un poco tarde como para salir de regreso a casa.
– No hay problema, ven conmigo, te mostraré tu habitación Dijo tomándolo de la mano.




Subieron las escaleras juntos, aún tomados de la mano y en silencio. Pero Hayley tropezó, cayendo en los brazos de Michael.





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